Un día, pasé cerca de una juguetería y vi unos rompecabezas... eran chulos pero no eran adecuados para poder tirarlos y maltratarlos. Eran de madera, y en las casas suele haber parqué, con lo cual si se los compraba a la brujilla, el parqué se iba a convertir en parqué marcado…
Así que pensé en que quedarían muy chulos con fieltro y esponja… así los podría morder, tirar, pisar… sin peligro para ella ni para su hermana ni para el parqué…
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